padecido alguna vez un
cuadro de gastroenteritis
importante, recuerda el
malestar severo que
presentó , inhabilitándolo
para sus tareas diarias.
Pero, cuando son niños
pequeños -los más afectados-
quienes lo sufren, la pérdida
de agua y sales (sodio y potasio)
los llevan rápidamente a la
deshidratación...
En la época invernal los causantes son los virus que penetran al organismo con los alimentos o por llevarse las manos a la boca. Sobreviven durante varios días sobre objetos como utensilios y juguetes, lo que favorece la diseminación de la enfermedad, inclusive entre los adultos del grupo familiar. En el verano las gastroenteritis son producidas por bacterias, las que por mal manejo de los alimentos, los contaminan.
La afección, si bien es de corta duración, merece mucha atención, consistiendo su tratamiento en una correcta hidratación y dieta apropiada. Es necesario esmerarse en el lavado de manos luego de cambiar pañales, limpiar vómitos o higienizar baños y también antes de preparar los alimentos.
A los niños hay que inculcarles desde pequeños, tanto en el hogar como en la escuela, el adecuado lavado de manos, principalmente antes de ir a comer. Una costumbre muy simple y económica que evita la transmisión de muchas enfermedades.
Fuente: Revista Cooperativa*
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