lunes, 24 de agosto de 2015

EL TRAUMA DE LA OBESIDAD

En los últimos años, la
cantidad de personas con
sobrepeso u obesidad ha
ido en aumento en nuestro
país y en otros también...


                                             Resultado de imagen para personas gordas                                           


          Y si bien es cierto que muchas personas tienen predisposición biológica a que la aguja de la balanza suba paulatinamente, hay otras que podrían mantenerse con cierta facilidad en el peso apropiado si comiesen de un modo equilibrado y, además, practicaran con regularidad ejercicios físicos. Pero sucede que algunos individuos no poseen la capacidad suficiente como para sujetarse a hábitos alimentarios sanos y adecuados debido a factores psicológicos.
          En tal sentido, reconocidos profesionales en la materia aseguran que el estrés y algunas alteraciones emocionales como la ansiedad, modifican la conducta alimentaria. Por lo general, los alimentos a los que se apela para procurar calmar los nervios contienen muchas calorías y son ricos en azúcar y grasas, por lo que predisponen a ganar peso. Por otra parte, los problemas depresivos también conllevan a un incremento de peso, teniendo en cuenta que alguien cuya autoestima está dañada suele refugiarse en la inactividad y la comida.
          También muchas personas se empeñan en observar una dieta oportuna y realizar ejercitación física, pero dejan de lado el régimen alimenticio y aún la actividad antes de alcanzar el peso deseado. En estos casos, acudir a la ayuda de un psicólogo puede posibilitar que sea menos probable abandonar la dieta. El tratamiento psicológico debe apuntar a una educación nutricional, trabajando sobre el control del estrés y la ansiedad, con el objetivo que la persona aprenda a gestionar sus emociones y no coma desmesuradamente ni consuma alimentos pocos saludables y muy calóricos.
         Además, existen quienes se formulan expectativas pocos realistas cuando comienzan un régimen dietario, sin tener en cuenta que lo deseado no necesariamente coincide con lo posible. Finalmente, tampoco es recomendable apelar a las denominadas dietas milagrosas, porque de no existir en muy firme compromiso de la persona involucrada, una rápida pérdida de peso puede transformarse en una rápida recuperación del mismo.
      * ANTE LA MENOR DUDA, CONSULTE CON SU MÉDICO DE CONFIANZA*



Fuente: Revista Familia Cooperativa*, de la Cooperativa Obrera Limitada*
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