domingo, 18 de mayo de 2014

LA LLAVE DE TEODORO DE SAMOS

Una llave es un instrumento que
se usa para abrir y cerrar las
cerraduras incorporadas a objetos
que se pretende proteger de 
accesos no deseados, pero...
¿Desde cuándo?...



                                                                                               


          Desde tiempos antiguos se utilizaron mecanismos de este tipo. Su invención se le atribuye a Teodoro de Samos en el siglo VII A.C., aunque con toda probabilidad se usaban mucho antes. 
          Existe la creencia de que las primeras cerraduras eran grandes cajas metálicas que necesitaban para abrirse llaves de hierro muy grandes y pesadas, lo que solamente es cierto en parte, porque también se utilizaron llaves pequeñas para tapaderas de cajas pequeñas, como joyeros u otro tipo de muebles. Cierto que había una cierta relación entre la importancia de la puerta y el tamaño de la llave.
          Sin embargo, durante el siglo XX se ha producido una evolución muy importante en el diseño de nuevos sistemas de cierre de puertas que ha dado origen a una gama de llaves muy variada. La mayoría de las llaves clásicas son metálicas de acero, de aluminio o bronce, y se utilizan para abrir la cerradura introduciéndola en ella y girando. En general constan una parte ancha, en forma más o menos redonda u ovalada, con o sin perforaciones, que sirve como apoyo para manejarla, y de un vástago con diversas muescas, estrías o paletas que forman un código más o menos complicado, de modo que la cerradura a que se destinan solamente pueda abrirse con ella u otra que tenga el mismo código.




Fuente: Wikipedia, Google.
*********************************************************************************

No hay comentarios:

Publicar un comentario