lunes, 11 de noviembre de 2013

EL DALTONISMO ES PROBLEMA DE LOS HOMBRES

UN MAL HEREDITARIO, QUE POR AHORA
NO TIENE CURA, PERO, SE 
PUEDE DETECTAR


El daltonismo es una deficiencia
visual que impide a quien la sufre
diferenciar algunos colores.
Está relacionado al cromosoma 
masculino, por lo que, se puede
transmitir a los hijos.


                                                                                      


          Se trata de una incapacidad que afecta mucho más a los hombres que a las mujeres: el 8% de la población masculina mundial es daltónica.
          En Estados Unidos, uno de los pocos países que poseen estadísticas al respecto, uno de cada 12 caballeros manifiesta algún grado de daltonismo.
          En el sexo femenino la relación es un caso cada 250 mujeres. Por cierto, el problema aún no tiene cura. Según el médico Newton Kara José, profesor titular de Oftamología de las Universidades brasileñas de San Pablo y de Campinas (Unicamp), recién dentro de 20 o 30 años los daltónicos podrán curarse hasta cuando "la ingeniería genética conseguirá localizar el origen exacto del problema y el daltonismo simplemente dejará de existir" se entusiasmó el profesional.
          La retina es una membrana fina ubicada en el fondo del globo ocular, repleta de fibras nerviosas, que recibe y transmite la luz hacia el cerebro. La luz ya sea solar o artificial, está compuesta por diferentes colores, los mismos del arco iris.
          En los que padecen esta enfermedad, algunos rayos de luz de ciertos colores no llegan hasta la retina. El que padece daltonismo, es porque ya nació con esta enfermedad, sólo algunos medicamentos pueden causar temporalmente los mismos síntomas, pero debe acudir al oftamólogo enseguida si eso ocurre.
          La dificultad para diferenciar el verde del rojo es uno de los síntomas más comunes. Hay quienes no logran distinguir el amarillo de los azules y en algunos casos más raros, no pueden distinguir ningún color.
          RECUERDE: ANTE LA MENOR DUDA ACUDA A SU MÉDICO DE CONFIANZA.

Fuente:  www.salutia.com, en Revista Saber Vivir.
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