COMO SE DICE LO QUE SE DICE

Muchos adultos creen
que un reto a un niño,
no es suficiente.
Pero, no es lo mismo
decirle "no!" con la mirada
atenta, que decirlo mientras
se conversa con alguien...


                                                                   


          " Hay miradas que matan", reza un refrán conocido, y es porque llega más la palabra de quien da un consejo y lo transmite tranquilo, mirando a los ojos, que la de aquel que dice, como desconectado, al pasar.
          Esto tiene que ver con "cómo se constituye la relación del sujeto y los otros instituyentes.
Esas "marcas" se van sedimentando en una personalidad, rasgos caracterológicos, identificaciones determinadas que instituyen el "yo".
          Un niño poco mirado, de joven probablemente esté pendiente de la mirada del otro. Mientras que otro demasiado observado, tratará de sacarse de encima los ojos de los demás.  Los gestos son captados como un todo con la palabra, y predisponen a una u otra forma de relación con respecto al interlocutor.
          Los gestos pueden ser útiles siempre y cuando controlemos lo que expresan. Si actúan como un filtro y contradicen nuestro mensaje, entonces tendremos dificultades. Pero cuidado, la incoherencia entre la comunicación verbal y la paraverbal confunde, y en un grado extremo, paraliza.
          Por ejemplo, si una madre dice a su hijo adolescente: -"Andá tranquilo a la fiesta, que te diviertas-" y se lo dice con cara de tremendo sufrimiento como si se fuese a morir al quedarse sola, el joven se sentirá confundido y no sabrá qué hacer.
          Este tipo de mensajes son los más usados para detentar el poder sobre la otra persona, quien queda atrapada a las órdenes del otro que está dando lo que llamamos " mensajes paradojales".



Fuente: "El lenguaje corporal" de Judi James; Licenciada, psicoanalista y supervisora del equipo de Bordes de Centro Dos, Mariana Davidovich.
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