París, Roma, Madrid,
Marbella o Milán ...
es comer en la calle
sin el menor prejuicio.
Desde un sandwich o
un crêpe, eso no importa.
Se tiene apetito, y hay
que comer lo que a uno,
más gusta!
En París, se camina con el sandwich de pan "Baguette" en la mano, con total normalidad. También es usual detenerse ante un puesto de crêpes, y seguir viaje saboreando una deliciosa crêpe, doblada como un pañuelo, bañada en chocolate, o embebida en Grand Marnier, un delicioso licor que se prepara con la mezcla de coñacs y esencias destiladas de naranjas.
Los puestos, que son unos trailers rodantes, con mostrador incluído, sobre el cual se apilan las crêpes, junto a las distintas coberturas y salsas de frutas. En Madrid, tan ricas como las crêpes son los "gofres", una especie de "waffle" dulce de masa cuadrada y alta, sobre el cual puede derramarse la mermelada o el dulce que se prefiera.
Pero lo más común en toda España es el Tapeo. Alrededor de media mañana, se acostumbra entrar en un bar a comer las famosas Tapas". Estas son pequeños platitos de porciones reducidas de diversas comidas, por ejemplo, chorizitos calientes, tortilla española, gambas a la plancha, ensalada rusa, daditos de jamón serrano y queso manchego, sardinas, huevos rellenos, anchoas, albóndigas e infinidad de variedades más. Llegan a recorrer hasta 5 o 6 bares en una mañana, tratando de encontrar las mejores "Tapitas"
Fuente: Maribé Ruscica para revista Super Deleite.
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