viernes, 21 de junio de 2013

UN RINCÓN PARA EL TANGO: HOY " CARLOS GARDEL"

Vamos a hablar del Santo y Seña
de todos los acuerdos argentinos,
del ciudadano libre de sospechas,
del artista que cada día
canta mejor, de quien protagonizó
la parábola infinita de haber
nacido sustantivo y morir
como adjetivo.

                                                                                                                                                                                 
                                                              


          Hablamos de Carlos Gardel, la voz invicta, y toda historia sonaría a tiempo perdido. En el 2003, la UNESCO declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad la voz de Carlos Gardel, junto a Beethoven, María Callas, Enrico Caruso y Mozart, nombres que orlan una lista breve, redactada con el oído. Ellos nos recuerdan que estamos hablando, ante todo, de un cantor de tangos.
          Una de las tantas historias que se cuentan de Gardel, señala que Charles Romuald Gardes, nació el 11 de Diciembre de 1890 en el Hospital Saint Joseph de la Grave en Toulouse ( Francia). Poco más de 2 años después, el 10 de marzo de 1893, el pequeño recala con su madre, Bertha, de en Buenos Aires.
          Se instalan en una habitación de alquiler en la calle Uruguay. En meses se mudan al Abasto: doña Bertha, de oficio planchadora, había sido contratada para esos menesteres por una señora francesa. Concurrió al Colegio Don Bosco, pasó sus estudios primarios sin sobresaltos, mostraba una envidiable caligrafía. En todo hacía buena letra.
          Siendo un purrete travieso sintió atracción por la música y se integró como voz en las comparsas. Hizo changas, entre ellas las de tramoyista en el Teatro Colón. Desde bambalinas tuvo oportunidad de escuchar los grandes cantantes líricos como Titta Ruffo: agudísimo oído, de allí habrá tomado rasgos líricos para aplicarlos al canto popular.
          Comenzó a cantar ritmos criollos, cifras, estilos, zambas, en escenarios muy módicos de cantinas o tinglados. En 1911 conoció a José Razzano, con quien formaría rubro. Inicia su carrera profesional. En 1917, Gardel inaugura el género "tango-canción" con mi noche triste, también cantaría luego Margot y se desvincularía de la canción del país interior para dedicarse para siempre al tango.
          En 1923 debuta en España y al año siguiente extendió más su fama al realizar su primer concierto radiofónico, en vivo, desde Buenos Aires. Otra vez Europa, en 1928: conquista París, hacen furor su voz, su gesto y su estampa. Tras firmar contrato con la empresa Paramount inicia su carrera cinematográfica internacional con la película Luces de Buenos Aires, que se estrena en 1931.
          Dos años después, tras efímero paso por Buenos Aires, viaja a los Estados Unidos, en cuyos sets filma Cuesta Abajo, El Tango en Broadway, Tango Bar y El Día que me quieras. Practicamente toda la obra poética perteneció a "Alfredo Le Pera", quien murió junto a el cantor, a los 33 años, en la catástrofe de Medellín. Fue a las 3 de la tarde del 24 de Junio de 1935.


Fuente: Jorge Göutling, para suplemento Clarín, Colección de Tango "Carlos Gardel".
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