jueves, 6 de junio de 2013

DIABETES: "UNA ENFERMEDAD SILENCIOSA"

En la Argentina, de los
dos millones y medio de personas
que padecen esta enfermedad,
hay cerca de un millón
que lo ignora.

                                                                     


          Con el objetivo de mantener estable el nivel de "azúcar" en sangre, hoy la medicina ha desarrollado nuevas herramientas y tratamientos menos rigurosos que en otros tiempos. Pero para enfrentar la enfermedad, hay que conocerla primero.
          Cuando hablamos del "azúcar" en la sangre, nos referimos a un hidrato de carbono particular, la glucosa. Para su correcto uso, existe la insulina, una hormona secretada por el páncreas que, además de retirar de circulación los excedentes de glucosa, se encarga de facilitar su entrada en las células del hígado y los músculos, donde se deposita en forma de glucógeno, y de que penetre en las células adiposas para almacenarse como grasa. De esta manera, el cuerpo reserva energía.
          Pero este mecanismo de regulación puede fallar y aumentar el nivel de glucosa en sangre o glucemia, la manifestación más visible de la enfermedad diabética. Mucho se dice de la "diabetes", se la describe como una enfermedad "silenciosa", se hace hincapié en los antecedentes familiares y en síntomas como sed excesiva y abundante emisión de orina, pero, en realidad, los valores altos de glucosa en sangre obedecen a causas diferentes. Dicho de otro modo, el síntoma es uno pero las "diabetes" son dos.
          El 90%  de los diabéticos presenta una variante de la enfermedad conocida como tipo II o diabetes no insulinodependiente. La alteración básica reside en la resistencia a la acción de la insulina a nivel de los tejidos, fundamentalmente en el hígado y los músculos. El enfermo posee insulina, pero esta no logra que el azúcar entre en las células.
          Frente a esta situación, el páncreas produce mayores cantidades de hormona; con el tiempo, si el órgano continúa siendo exigido, puede llegar a un agotamiento total y el paciente necesitará un aporte externo.
          Muy condicionada por factores genéticos y antecedentes familiares, este tipo de diabetes aparece también por otras causas, como la obesidad, que aumenta la resistencia a la insulina. Suele presentarse entre los 30 y los 40 años y, como carece de síntomas, el 50% de quienes la padecen lo ignora.

Fuente: Doctor Máximino Ruiz, Director de Docencia e Investigación del Hospital de Clínicas.
Profesor de Medicina Interna en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
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