contradictorio. Tiene proyectos,
esperanzas, sueños que, por lo general,
nunca llegan a concretarse, e incluso,
cuando se alcanzan, suelen traer
aparejados desconcierto y temor a los
cambios, porque no se sabe bien cómo
afrontarlos....
En tal sentido, del mismo modo que la rutina y lo predecible pueden resultar tranquilizadores, es factible que obtener lo buscado motive culpa y un sentimiento acerca de que no se lo merece.
Las vacaciones constituyen un tiempo contrapuesto a la rutina cotidiana, ya sea si transcurren en la propia casa o fuera de ella. Se supone que es tiempo de un cierto "desorden", donde los espacios no son tan planificados, porque debería imponerse más el deseo que la obligación.
Si bien los jefes de familia abogarán porque se mantengan los tiempos de la comida, el descanso y el aseo, también debe hacerse lugar a una mayor flexibilidad, donde la colaboración y el buen ánimo sea lo que surja. Esta etapa distinta a la que vivimos durante el año laboral hay que planificarla, en lo posible en reuniones familiares donde opinen grandes y chicos, expresando lo que sienten frente a este tiempo de reparar energías, de diversión y de cierta libertad. ¡Que disfruten unas buenas vacaciones!
Fuente: Revista mensual " Familia Cooperativa"
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