Las serpientes de la familia
Viperidae, y los crótalos que
son víboras cascabel, poseen
el aparato inoculador más
evolucionado de todas las
serpientes...
Su veneno tiene una acción principalmente hemolítica, ya que sus colmillos son huecos y pueden erguirse cuando la serpiente abre la boca; ello permite que sean muy largos alcanzando hasta los cinco centímetros en la víbora del gabón, cuyo lugar frecuente es la jungla o las sábanas del África. En cuanto al tamaño, es una de las más grandes y pesadas de su especie.
La mayoría de los vipéridos son ovovivíparos y el hallazgo de embriones avanzados dentro de las hembras de víboras de cascabel puede haber originado la leyenda de que estos reptiles esconden a sus crías tragándoselas cuando se sienten amenazadas, tal como lo refiere Álvarez del Toro en 1982.
Esta especie de serpiente, pueden ver el calor gracias a la presencia de un órgano llamado Pit, que es capaz de detectar la radiación infrarroja. Se ve como una depresión facial, y está ubicado entre los ojos y los orificios nasales. Mediante una proteína, estas sigilosas criaturas son capaces de detectar el calor de cualquier ser u objeto que se encuentre a un metro de distancia. No importa si es de día o es de noche; los ojos de las serpientes responden a imágenes equivalentes a los de una cámara infrarroja.
Fuente: Revista Muy Interesante*// Wikipedia, Google*.
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