El fanatismo es una actitud
o actividad que se manifiesta
con pasión exarcebada, desmedida
y tenaz, en defensa de una idea,
teoría, cultura o un estilo de vida...
Hoy en día se usa mayormente para designar a las personas profusas en su proselitismo hacia una causa religiosa o política, hacia un deporte, pasatiempo o hobby, o hacia una persona a quien idolatra. Psicológicamente, la persona fanática manifiesta una apasionada e incondicional adhesión a una causa, un entusiasmo desmedido y/o monomanía persistente hacia determinados temas, de modo obstinado, algunas veces indiscriminado y violento.
En casos extremos, en los cuales el fanatismo supera la racionalidad, puede llegar a extremos peligrosos, como matar a seres humanos o encarcelarlos, con el fin aparente o manifiesto de imponer esa creencia, considerada por el fanático o fanáticos como la única verdad.
Existe también el caso del fanatismo positivo, que no está en contra de algo o alguien. Para hablar de ello primero debemos definir otro término, tomado del inglés: FAN. Un fan, es un simpatizante, aficionado, seguidor, admirador que siente gusto y entusiasmo por otra persona u objeto. Fan se aplica en el deporte y en el arte, para referirse a admiradores de una persona o grupo de personas.
Los fanes de algo o alguien constituyen el fandom de la persona o cosa que se admira, y forman el club de los fanes o fans, promoviendo lo que les interesa.
Fuente: Wikipedia, Google.*
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