La alimentación consciente es
el arte de comer en estado de
plena consciencia, prestando atención
a las texturas, olores, sabores tanto como
al impacto de los alimentos en nuestro
cuerpo, en nuestro estado espiritual y
emocional.
La alimentación consciente tiene que considerarse tanto el camino hacia una existencia en mayor armonía con uno mismo, como así también la expresión de esa concordancia con el planeta.
La masticación adecuada es imprescindible para la correcta absorción de los nutrientes en la comida. Cuando masticamos bien la comida se convierte en pequeñas partículas que son más fáciles de digerir y los intestinos pueden absorber los nutrientes de manera más eficaz.
Por otro lado, masticar completamente los alimentos nos ayuda a mantener un peso adecuado, ya que cuanto más tiempo masticamos, es más probable que consumamos porciones más pequeñas. El cerebro demora 20' en comunicarle al estómago que está lleno.
Entonces cuanto más tardemos en ingerir la comida probablemente consumiremos menor cantidad de calorías. Masticar lentamente también nos da la oportunidad de obtener mayor conciencia de la calidad, sabor y textura del alimento.
En la saliva se encuentran las enzimas digestivas. Un mayor plazo de masticación permite que la saliva desintegre la comida facilitando la digestión en el estómago y el intestino delgado. Las partículas grandes de alimentos que ingresan en el estómago posiblemente permanezcan sin digerir cuando entran en el intestino donde se pueden descomponer provocando síntomas como gases, diarreas, constipación, dolor abdominal y otros problemas digestivos.
Fuente: Sonia Perel, para Revista Salud Alternativa.
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