proximidad y solidaridad cuando
se emplea recíprocamente, y estatus
y poder cuando se usa en una sola dirección
Cuanto mayor es la emoción y más íntima
la relación percibida, mayor es la oportunidad
de contacto físico...
Cuando nos abrazamos es una manera de tocarnos en forma amplia y profunda, es liberar sentimientos y compartirlos. Cuando nos entregamos al abrazo, involucramos gran parte de nuestro cuerpo y no envolvemos mutuamente, dejando en segundo plano los pensamientos. Además, el abrazo libera la tensión y aquieta los pensamientos.
Las parejas pueden disfrutar de la posibilidad de comunicarse a través del cuerpo para conocerse. En el cuerpo está contenida el alma, y a través de él, podemos alcanzar la más sublime comunicación con el otro.
Una de las zonas más sensibles del cuerpo son las orejas. En ellas se reproduce nuestra cartografía humana, por lo que el roce más suave se convierte en un susurro táctil que puede hacernos vibrar y erizar la piel.
Y cuando damos la mano, no sólo percibimos los aspectos físicos al estrecharla, sino que también reconocemos la energía que nos toca. De alguna manera, establecemos una conexión especial por lo que damos y recibimos.
Fuente: Revista Salud Alternativa.
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