COMO BOLA SIN MANIJA

Usadas primero por los nativos,
las boleadoras fueron para el
gaucho, un arma contundente y
un elemento de trabajo para cazar
guanacos y avestruces.

                                                              

          Las boleadoras se componían de dos o tres bolas, formadas de cuero y sujetas por tiras del mismo material de unos 2m de largo. La manija de la boleadora es la bola menor, la que empuña quien se dispone a hacer el tiro para golpear con las otras.

Pobre como lagartija / y sin respetar a naides/ anduve cruzando el aire / como bola sin manija... se lee en la segunda parte del Martín Fierro.

          Una bola sin manija es un contrasentido. Algo así como un martillo sin mango. Ese es el significado que dio al dicho la gente de campo y con la misma intención pasó al léxico de la ciudad.
Quien anda en esas condiciones está condenado a la desorientación y el vaivén. A rebotar en todos lados como bolita de flipper.

Fuente: Historia de las frases/ Revista Caras

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