lunes, 31 de diciembre de 2012

CHICHÉN ITZA, LA CIUDAD MAYA

A unos 120 km al este
de Mérida, en la península de
Yucatán, al sureste de México,
se encuentra uno de los más
importantes conjuntos arqueológicos
de Centroamérica. Su nombre significa
"en la boca del pozo de los itzaes"

                                                                     

          Su nombre alude a los cenotes, profundos agujeros naturales en el suelo calizo yucateco, que los itzaes, la familia maya que habitaba la ciudad los empleaban para abastecerse de agua y para ceremonias litúrgicas.
          Hacia el año 900 D.C., Chichén Itza fue invadida por los itzaes, dirigidos, según la tradición, por Kulkulkán; esta invasión tuvo amplias repercusiones culturales y artísticas, ya que la ciudad se convirtió en un importante centro religioso al que acudían numerosos peregrinos para ofrendar sacrificios en el gran cenote sagrado próximo a la ciudad, dedicado a Chac, el dios de la lluvia.
          En Chichén Itza se observan dos estilos artísticos muy distintos, uno corresponde al viejo imperio, estilo Puuc ( siglo VI al siglo X) con rasgos arquitectónicos importados desde México, que reflejan la influencia estilística de los toltecas, quienes conquistaron la ciudad hacia el siglo XI. Aparte de los restos arquitectónicos del primer período - entre los que se destaca una parte de la Casa de las monjas-, los más importantes monumentos de la ciudad corresponden al período maya-tolteca, entre los que se destacan el Caracol, torre cilíndrica de unos 15m de alto donde, al parecer, los mayas - consumados astrónomos-observaban el firmamento. Se trata del único edificio de este tipo en todo el país maya.
          El llamado Cenote de los sacrificios era el final de un camino de piedras que se originaban en El Castillo o Templo de Kulkulkán, una elevada pirámide de 24m de alto desde donde partían a la muerte, en el fondo del cenote, las jóvenes doncellas consagradas al dios de la lluvia. Preciosas ofrendas en joyas y cerámica han sido encontradas por los arqueólogos, entre las osamentas de las víctimas.
          Otros monumentos importantes son: el -templo de los guerreros, que debe su nombre a las esculturas que adornan los pilares prismáticos que sostienen el techo y forman el atrio; en el interior de la pirámide de este templo existe asimismo otro anterior -el de Chacmool-; la tumba del sumo sacerdote, que viene a ser una réplica del castillo en menor tamaño.
          También existen siete juegos de pelota, el más interesante de los cuales tiene graderías y enormes paredes que encierran, además el Templo de los Jaguares, entre los más armoniosos de los edificios mayas.

Fuente: Antonio Landauro/ Editorial Vanidades

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