campaña mundial de prevención
para reducir el impacto que este
cuadro tiene sobre la población.
De qué se trata, cómo prevenirlo
y detectarlo a tiempo...
Conocido comúnmente como ACV, el accidente cerebrovascular consiste en la interrupción del flujo de sangre a una parte del cerebro, ya sea porque un vaso sanguíneo se bloquea o se rompe. Esto genera la falta de sangre y oxígeno en las células cerebrales, las cuales pueden morir y causar un daño permanente. Lo preocupante, argumentan los expertos, es que los casos de ACV aparecen con más frecuencia en personas de 50 años, cuando hace una década la mayoría de los pacientes superaba los 70. Esto sucede debido al estilo de vida actual que se caracteriza por: mayor sedentarismo, malos hábitos alimentarios (grasas, azúcares y sodio; bajo consumo de frutas, hortalizas, pescados de mar y cereales integrales), tabaquismo.
Estos factores incrementan el riesgo de colesterol alto, sobrepeso u obesidad e hipertensión, principales causas de ACV. ¿Se puede prevenir? SÍ. De hecho los especialistas no hablan de
"accidente" cerebrovascular sino de ataque, porque el "accidente" no se puede evitar y el ataque sí. Realizar actividad física en forma regular entre 30 y 45 minutos diarios, controlar la hipertensión y tomar la medicación si el médico se la prescribe; disminuir el consumo de sal, grasas saturadas y trans; mantener un peso saludable y abandonar el cigarrillo. Según las estadísticas de la Asociación Cerebrovascular Argentina, entre 130.000 y 140.000 personas sufren un ACV por año en el país, lo que equivale a 1 cada 4 minutos. La Organización Mundial de la Salud considera que si las personas tomaran conciencia de estas cifras alarmantes y modificaran su hábitos, se podría disminuir en un 80% la mortalidad por causas cardiovasculares incluyendo el ACV.
Fuente: revista "Vivir Mejor" del doctor Alberto Cormillot*
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