sábado, 5 de abril de 2014

"POR ESTA SANTA UNCIÓN..."


El Concilio Vaticano II, en su
constitución sobre la Sagrada Liturgia
explicita que no solo el sacramento de la 
unción la recibirán  quienes se encuentran en los
últimos momentos de su vida, señalando
que son oportunos para recibirlo en los
tiempos de enfermedad o vejez...



                                                                                                   


          Antes que se desarrollara el Concilio Vaticano II, al sacramento de la unción se lo conocía con el nombre de extemaución, puesto que sólo se lo administraba in extremis, es decir ante la inminencia de la muerte. El cambio de sentido impuesto al sacramento por el Concilio, responde a la necesidad e importancia de asistir a los enfermos para que el Espíritu Santo los acompañe y reconforte de conformidad con el mandato de Jesucristo: "En mi nombre ... impondrán las manos sobre los enfermos..."
          El óleo utilizado en este rito es conocido como óleo de los enfermos, y es bendecido cada año por el obispo en la misa crismal celebrada el jueves santo por la mañana. En el rito central del sacramento de la unción de los enfermos, el presbítero  traza con el aceite bendecido, la señal de la cruz en la frente y en cada una de las manos del enfermo, pronunciando ciertas palabras.
          Se suele indicar un pasaje de la Epístola de Santiago como contexto de la función y efectos del sacramento:" Está enfermo alguno de vosotros? Llamen a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el señor hará que se levante y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados..." Epístola de Santiago (5:14-15).
          
          


Fuente: Wikipedia, Google.
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