le permite al gato ser un animal
muy selectivo a la hora de comer.
Seguramente, rechazará todo lo
que huela mal o no tenga la
temperatura adecuada...
En el caso de que emplee comidas preparadas, prefiera las que son de marcas reconocidas. No alimente a su gato con comidas para perros u otros animales. Mantenga siempre limpios los elementos de comida.
Nunca le dé a su gato alimentos que puedan estar en mal estado, porque podrá tener problemas gástricos y deberá llevarlo con urgencia al veterinario. Quite cuidadosamente las espinas de los pescados y los huesos del pollo.
Sirva la comida a temperatura ambiente y retire las sobras cuando termine de comer. Vigile el peso de su gato y no permita que coma de más. No coloque comida recalentada en la heladera. Recuerde que su gato debe comer dos o tres veces por día y que no es aconsejable que pique entre horas.
Por otra parte, consulte al veterinario si su mascota pasa más de 24 horas sin probar alimento. Aunque la leche contiene muchos nutrientes no es la bebida principal para un gato, así que siempre tenga a mano un recipiente con agua y bien limpio.
Fuente: Suplemento quincenal de interés general Revista Mia.
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