se debe elegir la mercadería
que pueda llegar a consumir
dentro del plazo normal de una
familia, pero tratar que esos
alimentos no se pierdan en un
basurero...
Recordar que a la hora de comprar, almacenar o cocinar, podemos contribuir a cuidar la comida, evitando que la conducta del consumidor prime sobre el comportamiento racional.
Para evitar el despilfarro de alimentos, necesariamente debe planificarse una dieta acorde a las necesidades, teniendo en cuenta el consumo real y dejando de lado el apetito insaciable de comprar sin necesidad ni criterio.
También hay que tener en cuenta que los alimentos pueden conservarse, a través de diversas técnicas ( con azúcar o con sal, en aceite, en el congelador o al vacío), tanto crudos como cocidos. Además, a la hora de preparar la comida pueden incluirse elementos tales como tallos, semillas y hojas de verduras, hortalizas y legumbres, así como las cáscaras de frutas.
Por último, no debe dejarse de lado que muchos alimentos pueden reutilizarse, incluso en más de una oportunidad, después de haber sido cocinados.
Fuente: Revista Familia Cooperativa.*
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