EN BUSCA DE LA ARMONÍA .....

                                           

                                     

                                                        
Y la vida continuó, donde la ecología tuvo
su mejor laboratorio,
la Isla de Krakatoa ....

               Destruida en 1883 por un volcán, en la isla desapareció todo vestigio de vida y, en un suelo así esterilizado, los biólogos pudieron estudiar la distribución de animales y plantas sobre la Tierra.
                Como si existiese un pacto secreto entre naturaleza y sus aliados : el viento, el agua y las corrientes marinas, la vida recomenzó lentamente. De todas partes llegaron auxilios.
                Semillas impulsadas por el viento, raíces arrastradas por el mar, brotes transportados en el pico de los pájaros.
                Una gran familia se puso en movimiento, y de aquella araña que existía nueve meses después de la explosión se pasó, al cabo de 10 años, a una inmensa alfombra verde cubriendo las cicatrices del suelo.
                Un cuarto de siglo después, Krakatoa permitió nuevamente la vida del hombre. Más de 263 especies de animales,16 de aves, 2 de reptiles y 4 de caracoles habían llegado. De una forma u otra todas encontraron el camino.
                 La convivencia fue posible una vez más.