HABLEMOS DE...." EL PERJUICIO DE LA CARENCIA DE ACTIVIDAD FÍSICA"

El sedentarismo físico, se presenta 
como mayor frecuencia en la vida
moderna urbana, que van asociados
a los artefactos modernos con sólo
apretar un botón, sin movernos de
la silla o que lavan, enjuagan y
centrifugan la ropa, sin ningún
esfuerzo de la persona como lo
hacían en el pasado...


                                                                                        

          El sedentarismo físico es la carencia de actividad física de moderada a intensa como la que se realiza en el deporte, lo que por lo general pone al organismo humano en situación vulnerable ante enfermedades especialmente cardíacas. El sedentarismo físico se presenta como mayor frecuencia en la vida moderna urbana, en sociedades altamente tecnificadas en donde todo está pensado para evitar grandes esfuerzos físicos, en las clases altas y en los círculos intelectuales en donde las personas se dedican más a actividades intelectuales.
          Paralelo al sedentarismo físico viene el problema de la obesidad que es un problema preocupante en los países industrializados. Los efectos del sedentarismo, es la propensión a la obesidad. La persona sedentaria no quema las grasas que consume y estas son "almacenadas" en áreas como el abdomen, lo que aumenta su volumen. Contrariamente a lo que se piensa que reduciendo la cantidad de alimentos con las dietas, se reduce el volumen de grasas, las dietas sin un régimen  deportivo, lo único que hacen es activar dichos "almacenes" de grasas. 
          La carencia de actividad física, hace que los huesos pierdan fuerza y se debiliten, lo que abre el camino a enfermedades óseas como la Osteosporosis, que hace que los huesos dejan de ser
compactos y debilitan la estructura humana. Ante cualquier esfuerzo físico, se siente más cansado que otra persona no obesa, lo mismo que subir escaleras, caminar, levantar objetos o correr. El aumento del volumen de grasas en el organismo implica, también el colesterol en el cual las arterias y venas se vuelven almacenes de grasas inutilizadas, lo que hace que el flujo sanguíneo hacia el corazón sea menor y por lo tanto tenga que hacer un doble esfuerzo. Los síntomas más comunes son problemas cardíacos, dolores de espalda, fatigas y también padecer desgarros musculares.
ANTE LA MENOR DUDA, CONSULTE CON SU MÉDICO DE CONFIANZA.


Fuente: es.scribd.com
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