venden en la calle, no
cumplen con las normas
de certificación.
Si es importado, observe
que tenga la estampilla
fiscal, señal de que ha
sido ingresado legalmente
al país...
El acero inoxidable es un material presente en numerosos elementos de uso diario. Debido a su resistencia y precio, desplazó al tradicional vidrio en vasos, jarras, fuentes y envases herméticos como los termos; entre otros objetos. Sin embargo, esta relación costo + beneficio podría ser peligrosa. Diversos estudios detectaron que algunos termos de acero pueden ser tóxicos por estar fabricados con materiales que violan las normas de seguridad vigentes al tener valores mayores a los permitidos para el plomo, el cadmio, el mercurio, el antimonio, el cobre, el arsénico y el azufre.
Como el acero es poroso y transmite los elementos que lo conforman al contenido con que entra en contacto, el Código Alimentario Argentino establece un máximo del 1% para estas impurezas; límite que asegura la ausencia de efectos negativos sobre la salud. Como este material es costoso, muchos termos importados se elaboran con una materia prima entre diez y quince veces más económica transmitiendo las impurezas a los líquidos, especialmente cuando se encuentran a altas temperaturas.
El uso continuo de estos termos tóxicos favorece una exposición crónica a ciertos elementos minerales que puede provocar en los niños déficit de atención, retardo en el lenguaje y alteraciones en el crecimiento. En los adultos, hipertensión, falta de fuerza muscular, dolores abdominales, disfunción renal e impotencia sexual. Además es especialmente peligroso para las embarazadas. Si al volcarle líquido caliente se siente un olor fuerte o al beber percibe un sabor amargo o desagradable, descartar de inmediato el envase. Si no puede comprar un termo de acero certificado, es conveniente comprar uno de vidrio.
Fuente: revista "Vivir Mejor" del doctor Alberto Cormillot*
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