se inspiró en varios burdeles italianos
para pintar algunos de los modelos
que forman parte de los frescos de
la Capilla Sixtina, según la
investigadora Elena Lazzarini...
Según la experta, que publicó un artículo en el periódico Corriere della Sera, los artistas renacentistas italianos acudieran a las llamadas "stufa" o baños públicos similares a un burdel donde a menudo se ejercía la prostitución , para estudiar a modelos que después serían representados en sus obras.
Estos espacios eran numerosos durante el siglo dieciséis en Italia y en particular en Roma, explica la señora Lazzarini y en ellos, además de realizarse tratamientos de belleza y de hidroterapia "había estancias más apartadas para ser usados como prostíbulos". Era una opinión muy común en aquella época el considerar que aquella fisonomía correspondiese a un ideal físico emocional.
Según Lazzarini, muchos de los beatos y condenados que forman parte de los frescos de la Capilla Sixtina son retratados en situaciones obscenas. Lazzarini añade que "los cuerpos masculinos, muy viriles, que componen la pintura del Juicio Final corresponden con la apariencia física de peones y cargadores retratados durante el trabajo, con los músculos tensados y con el cansancio y el esfuerzo reflejados en sus rostros.
Fuente: www.20minutos.es
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