frecuente en la vida cotidiana
y se pueden producir en el
hogar, colegio, club o cualquier
otro centro de recreación,
especialmente en el caso de
los niños...
Las quemaduras se pueden producir por la acción del fuego, líquidos calientes, vapor, u objetos calientes sobre la piel. Las quemaduras pueden ser de primero, segundo y tercer grado. Primer grado: se observa la presencia de un enrojecimiento en la piel. Es la quemadura más común . Segundo grado: se presentan ampollas más grandes, siendo las lesiones más profundas. Tercer grado: existe una profunda alteración en la piel y tejidos blandos ubicados por debajo de ésta, debido a la acción del fuego.
Cualquiera sea el caso, existen cosas que no debemos hacer ya que complicaríamos la acción posterior del médico. Por lo que debemos tener en cuenta:
No poner dentífrico sobre la quemadura: el dentífrico resta humedad a la piel y por lo tanto agrava la quemadura. Asimismo al secarse forma una costra dura que, al ser removida por el médico para curar la herida, arrastra consigo los tejidos adheridos, agravando la lesión.
No poner barro ni mezclas raras: no producen ningún tipo de mejoría, complican la tarea médica y aumentan el riesgo de infecciones, ya que la tierra tiene un alto contenido en bacterias. Recordemos que una infección puede poner en peligro de muerte a un quemado.
No lavar con lavandina: lo único que podemos hacer es lavar la herida con agua corriente, ya que ésta alivia el dolor y al mismo tiempo limpia la zona afectada minimizando el riesgo de infección. Inmediatamente después iremos al médico u hospital más cercano.
Hay dos casos particulares que requieren especial cuidado: Si las ropas se prenden fuego, especialmente los pijamas y camisones de nylon, que en épocas invernales suelen encenderse con las estufas, no intentaremos sacarlas por ninguna causa ya que los tejidos afectados se adhieren a éstas y los podemos arrancar, agravando las heridas. Lo único que haremos en estos casos es sofocar el fuego con una manta, o aún con nuestros propios cuerpos, y salir rápidamente hacia el hospital más cercano. Si la piel se ve afectada por el contacto con ácidos, por ejemplo, el muriático o alcalis (soda cáustica), sólo lavaremos con abundante agua corriente e iremos rápidamente al médico.
RECORDEMOS QUE AL ACTUAR INCORRECTAMENTE, SÓLO AGRAVAREMOS UNA SITUACIÓN DE POR SÍ DELICADA.
Fuente: Guía de Defensa Civil, Dr. Félix S. Maguire coordinador general de defensa civil
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