estarán obstruidas por agua, por
lo que debemos desalojarla de la
siguiente manera...
En primer lugar, se debe poner a la víctima boca abajo, sobre una superficie dura, con los brazos cruzados y la cabeza apoyada sobre estos, sentándonos sobre la base de los pulmones y haciendo presión con ambas manos sobre los mismos. También podemos colocarla boca arriba, con los brazos extendidos, ejerciendo presión sobre la base del tórax. Cuando hayamos desalojado parte del agua, si el accidentado no reacciona comenzaremos a hacerle respiración boca a boca.
Como primera medida, quitaremos con los dedos cualquier objeto extraño que haya en la boca de la víctima (barro, restos de comida, dentadura postiza, etc). Luego taparemos sus fosas nasales, oprimiéndolas con los dedos índice y pulgar, y abriendo la boca aplicaremos nuestra boca sobre la de del accidentado, enviándole aire de nuestros pulmones en forma enérgica y con respiraciones fuertes y cortas. De este modo el aire de nuestros pulmones excitará el centro de la respiración de la víctima, reiniciándose así su función respiratoria.
Asimismo, si no hay pulso, otra persona podrá, al mismo tiempo, realizar masaje cardíaco. Para esto se arrodillará junto al ahogado y colocará su mano derecha sobre la base del peco de la víctima. Sobre la mano derecha colocará la mano izquierda comenzando a presionar rítmicamente, con presiones fuertes y secas, suplantando el latido cardíaco con un bombeo mecánico. Si al tomar el pulso notamos latidos, aunque éstos sean débiles, significa que estamos obrando bien. Al mismo tiempo que intentamos la reanimación, llevaremos a la víctima al hospital más próximo. Es esencial que luego de comer no ingresemos en el agua (mar, piletas, lagunas o ríos), se debe esperar dos horas. Este es el tiempo que el sistema digestivo tarda en asimilar la comida.
Fuente: Guía de Defensa Civil.
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