Una alimentación óptima significa
comer lo apropiado a su debido
tiempo.
Una buena salud depende de comer
con regularidad...
El desayuno despierta el metabolismo y dispara los niveles de azúcar en sangre; si usted se lo salta, puede sentirse cansado e incapaz de concentrarse. La comida del mediodía ha de ser la más copiosa del día, porque es cuando nuestro metabolismo es más eficiente. Y para cenar, algo ligero, al menos 2 horas antes de acostarse, ya que al cuerpo le cuesta digerir una gran cantidad de comida al final del día.
Una comida sin prisas es mucho más agradable, e infinitamente más relajante, que un tentempié tomado de cualquier manera. La próxima vez que coma, siéntese y saboree cada bocado. Experimente los distintos sabores de la comida y observe cómo éstos se complementan entre sí. Si es de las personas que gustan beber un poco de vino a la cena, degústelo antes de tragárselo y disfrute de su aroma y sabor,
Mientras mastica, perciba las distintas texturas de los alimentos. Si se toma un tiempo para apreciar la comida, es menos probable que coma en exceso y, en cambio, masticará mejor; aspectos ambos que beneficiarán su digestión.
Fuente: del libro " Guía del Antiestrés" por Sara Rose.
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