Para algunas personas, un lunar
es un toque atractivo en su piel,
pero la mayoría de las veces son
alteraciones que hemos de controlar
muy de cerca...
El nombre científico de estos lunares rojos es Nevus Rubí, Angiomas o Nevus Cherry. Aparecen en especial en personas de piel muy blanca, pero también en personas de piel morena o a edades medianas.
No son peligrosos, pero si aparecen de pronto y mucha cantidad se debe acudir al médico especialista en piel lo más urgente posible. Pero en realidad, es un síntoma de alguna alteración en el organismo, que la mayoría de las veces, tienen origen hepático, por acumular demasiadas toxinas en él. A veces pueden ser hereditarios, y en el caso de las mujeres, por desórdenes hormonales y la edad adulta.
Su origen está en un crecimiento anormal de pequeños vasos sanguíneos. Miden entre 1 a 4mm. Aparecen por las axilas, talones, zonas genitales, pechos, espalda, piernas y brazos. Si aparecen por la cara y otras partes del cuerpo que se expone al sol, debe usarse protectores solares que recomendará su médico de confianza.
ANTE CUALQUIER DUDA ACUDA A SU MÉDICO DE CONFIANZA.
Fuente: Mejorconsalud.com
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