toda la atención que debiéramos:
al cuidado de los dientes.
Mucho menos aún, nos ocupamos
de las encías...
Es un grave error no ocuparnos de la limpieza o masaje de las encías, ya que si se inflaman o infectan pueden, además de producir dolor, perjudicar a los dientes. Una de las enfermedades más comunes que afectan a las encías es la gingivitis. La produce el depósito de sarro (capa pegajosa constituída por partículas de alimentos y bacterias) que se forma en la base de los dientes cuando la higiene es inadecuada.
Cuando las encías están sanas se ajustan con firmeza alrededor de la base de los dientes; son de color rosa y normalmente no sangran. La capa de sarro se abre camino entre dientes y encías, y gradualmente, va destruyendo el hueso y las fibras que sostienen las piezas dentarias. Como las estadísticas indican que cada 9 de cada 10 adultos padecen gingivitis.
Un consejo: cepíllelos después de cada comida, y si no está en su casa, lleve siempre un equipo dental, para usted y para los que lo acompañen. El cepillado no se debe realizar de cualquier manera: SU DENTISTA PODRÁ MOSTRARLE CÓMO DEBE PASAR EL CEPILLO PARA QUE LA LIMPIEZA SEA PROFUNDA Y EFICAZ, HASTA QUE SE HAGA COSTUMBRE HACERLO DIARIAMENTE.
Fuente: Revista Mía*
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