Fue gran figura decisiva
para la evangelización de los
nativos, llegó al Nuevo Mundo
en 1589, por Panamá, luego
se lo ubica en Perú.
La escuela Cuzqueña tiene
la obra que lo refleja
y da razones de él en Potosí.
San Francisco Solano fue beatificado porque poseía el don de hablar en lenguas, dote que le permitió defender a los nativos y encantarlos con su magia, de la que se dice que le permitía detener la creciente de los ríos y hacer brotar el agua de la tierra en esos áridos territorios de salta del Tucumán, por donde anduvo varios años.
Murió en Lima en 1612. Los pobladores que atestiguaron haberlo visto, más de 200, para su causa de beatificación, decían que se lo veía en las representaciones de pinturas procedentes del Cuzco, Bolivia y Perú, con un violín de dos cuerdas o con una rudimentaria flauta indígena, parecida a una quena.
Félix Luna, en " Conferencias", cita con extensa dedicación esta vida luminosa para los nativos y cuenta que aún hoy, en Santiago del Estero, los conventos franciscanos conservan las celdas en donde se hospedó.
San Francisco Solano intervino en una sublevación de los nativos en La Rioja, donde lo reconocieron como árbitro ante la propuesta de aceptar al Niño Dios como alcalde y gobernador divino ( el tinkunako), ceremonia que aún hoy se celebra y revive, y que recuerda aquel tiempo y la reconcialiación entre nativos y españoles.
Fuente: Google.
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