viernes, 22 de febrero de 2013

ESE MOLESTO LUMBAGO...

Los años no vienen solos.
es la famosa frase
que todos conocemos, pero
la edad hace que el disco
intervertebral comience a degenerarse
o gastarse, un proceso que empieza
alrededor de los 25 años.
Pero el dolor aparece cuando
el proceso  no ha sido lo lento
que debiera ser.

                                                                                

          Casi siempre los culpables son los músculos. El dolor proviene de los espasmos musculares
que inmovilizan su espalda, y al limitar sus movimientos previenen mayores problemas y lesiones.
En general el dolor lumbar es muscular, pero puede haber otros orígenes: el roce de las facetas de las vértebras llega a producir dolor. También se dan los dolores referidos, o a distancia. Si el dolor recorre una parte de alguna de sus piernas es probable que tenga algún nervio comprimido en su columna.
          El lumbago provoca un dolor que parece excesivo. Sin embargo, la columna y la médula espinal son tan vitales para su salud, que su organismo quiere protegerles, y eso incluye enviar intensos dolores apenas algo anda mal.
          El sobrepeso y la obesidad contribuyen al dolor lumbar. Esto no quiere decir que perder peso es la respuesta decisiva y total frente al dolor. Pero tener peso extra en su columna o aumentar la curvatura de la zona lumbar -por engrosamiento del abdomen- hará que el problema se agrave. Perder peso debe ser parte de un programa completo diseñado para darle toda la ayuda posible a su columna y a su espalda.
          La duración del dolor depende de cada persona y de la severidad del problema. En general, el dolor que es producido por una faceta irritada de la vértebra, y puede durar desde algunos días hasta dos semanas. Pero el dolor, cuyo origen es un nervio aplastado por el fragmento de algún disco, puede durar indefinidamente, o hasta que el fragmento sea removido quirúrgicamente.
          La forma en que usted duerme o se sienta, es más importante que donde duerme o se sienta. Pero por supuesto, sus  sillas deben tener ciertas características y su colchón debe ser lo más firme y duro posible. Los soportes cervicales -para su cuello- o bien una toalla retorcida y colocada en el cuello, pueden ser bastante útiles para dormir.
          Si los  dolores de lumbago no mejoran probablemente tienen que tratarse con cirugía, pero sólo el 3% de los pacientes presentan las condiciones para operarse. Por ejemplo, si hay una rotura completa del disco y su cápsula haciendo protrusión  sobre algún nervio ( paso previo a la hernia discal en una parte del disco gelatinoso entre 2 vértebras que se ha salido).

Fuente: Doctor Norberto Franklin Feldman  www.doctorfeldman.com.ar / para Revista Saber Vivir.
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