Sin resultar común, el Ibirá Pitá
es un árbol nativo que se ha ganado
un lugar destacado dentro de montes
silvestres y espacios verdes urbanos...
En su hábitat, las selvas del nordeste argentino, resulta notable por su gran porte, formando parte del dosel superior, a veces, con ejemplares gigantescos que pueden emerger del techo enmarañado de la jungla.
En la ciudad, en cambio, su floración profusa no pasa inadvertida. Su copa se llena con densos conjuntos de flores amarillas, toda una delicia para quienes tienen balcones a esa altura. Incluso en la ciudad de Buenos Aires hay especies añosas en calles, donde asume un porte elevado compitiendo con los edificios por exponerse primero al sol.
Su nombre común proviene del guaraní y significa árbol o madera roja, en alusión al hermoso colorido de su leño, que tiene tintes rojizos y puede presentar tonalidades entre castañas y coloradas, a rosadas y moradas. Posee usos variados: carpintería por su madera, curtido de cueros por su corteza y medicinal por sus hojas, flores y frutos.
Este magnífico árbol da buenos resultados plantado en avenidas anchas y bulevares, donde también se destaca por su follaje verde intenso, tan particular. Las hojas miden entre 30 a 50 cm, la flor de color amarilla dorada, el fruto mide entre 5 y 9 cm y la altura entre 20 y 30 metros.
Fuente: 100 árboles argentinos, Eduardo Haene, Gustavo Aparicio
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