El Ñangapiri provee una de las frutas
salvajes más sabrosas según los
pobladores de la selvas del norte
argentino, el hábitat de la especie...
Incluso es cultivado fuera de su área de dispersión natural, en países como India, China y Estados Unidos, donde es comercializada bajo el nombre de Surinam cherry. Lamentablemente, no es el único caso donde una especie originaria del país es más valorada en el extranjero .
Resulta un arbolito con grandes cualidades como ornamental, que se desarrolla bien y florece en climas templados. Su follaje verde tiene cierta consistencia plástica y se colorea de una preciosa tonalidad roja en el otoño . Sus frutos, además de constituir un alimento para el hombre, atraen muchas y variadas especies de aves.
La madera del ñangapirí es dura y se usa localmente. Las hojas brindan un sabor agradable agregado al mate, y al igual que la corteza tienen propiedades medicinales; los frutos pueden emplearse para fabricar licor.
Su nombre botánico es Eugenia uniflora. Como vemos, el ñangapirí es fuente de variados recursos. Confiemos en no llegar a una valoración masiva recién cuando se nos presente en los supermercados como un exótico producto: el surinam cherry. La hoja mide entre 2 a 5,5 cm, la flor de color blanco, el fruto es colorado y mide 3 cm y el árbol alcanza una altura entre 3 a 7 metros.
Fuente: cien árboles argentinos, por Eduardo Haene y Gustavo Aparicio.
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