Su nombre botánico es Cercidium Praecox.
Tarde temprano, es simplemente cuestión de
tiempo.
Un día nos encontramos recorriendo los
montes del Chaco Seco o los matorrales del
oeste árido argentino y detendremos nuestro
paso ante un arbolito decididamente bonito....
En general, dentro de ambientes abiertos, se presenta como un árbol bajo, con un tronco principal corto y copa poco densa. Y si hay algo que nos llama la atención es su hermosa corteza verde intenso, lo cual indica que contiene cloroplastos para realizar la fotosíntesis.
En la Argentina, solo podríamos confundirlo con el chañar, pero este presenta habitualmente placas de corteza retorcidas en proceso de caerse; en cambio, en la especie Brea es lisa y homogénea.
Pero este árbol en miniatura se convierte en un ramillete amarillo cuando se cubre de flores en primavera y a veces, según el lugar, a fines de invierno. Mientras el resto del monte empieza a verdear, la brea resalta con sus tonos de oro. Es ideal para plantarlo con fines ornamentales. Investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba estudian sus exudaciones gomosas, de las que proviene su nombre común, para posibles aplicaciones industriales. Las hojas miden entre 3 y 6 cm; la flor es de color amarillo; el fruto mide entre 3 y 8 cm, y la altura del árbol llega a medir entre 3 y 9 metros.
Fuente: 100 árboles argentinos, por Eduardo Haene y Gustavo Aparicio.
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