ALIMENTO...
Yo...Lo sé. Tengo ese miserable aspecto
del que va demandando cariño por las puertas.
"Quiéreme un poco. Quiéreme un poco..."
Los ojos nostálgicos hacia el coche que se aleja
y la espalda estrecha que se detiene por última vez para decir adiós.
Yo...Lo sé. Persigo la mirada comprensiva de todas las madres
y a veces las manos grandes de cada padre.
El susurro al teléfono que me diga: "todo está bien"
mientras la niña del pañuelo negro gira y gira,
esperando la llegada del sosiego.
El apaciguamiento de la marea oscura que sube.
Y sube a la boca desde el alma que se creía ya aliviada
pero que no. Porque el alma, aunque se suponga el éxito sobre ella,
cuando es dolorosa y cuando tiene la tez de la angustia, sobrevive.
Yo...Lo sé. Me estoy ahogando y no entiendo nada.
Dejé que tomara mi mano y me arrastrara hasta la orilla.
"Vas a ver un milagro" me dijo.
Y la niña de los zapatos negros con lacito
me miraba a la cara y me mostraba sus dientes de conejito.
"Perdón. Perdón. Perdón. Parecía suplicar. Yo no fui. No fui yo.
Yo... Ahora cuento las varillas azules que se insertan
en aquel jarrón transparente y me pregunto:
(uno, dos, tres...) ¿por qué lo haces?.. (cuatro...)
Poema: Alimento
Autora: Pilar Adón
Fuente: batalladepapel.blogspot.com
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