EL CUERPO QUE ANUNCIA MAL TIEMPO

No siempre es posible mirar

con buena cara el mal tiempo.

Pero, hay personas que 

presienten tormentas cuando

les duele alguna parte del

cuerpo, por ejemplo, alguna

cirugía o fracturas...

                                                                                          

          Se conoce como meteorosensible a las personas que "presienten" el cambio de clima que se avecina. Esta situación, que experimenta cerca del 30% de la población mundial, puede tener una variedad que va desde síntomas que no dificultan las actividades cotidianas como resequedad en la garganta al pasar del frío al calor o viceversa, por ejemplo, hasta el agravamiento de cefaleas, cuadros de depresión y crisis asmáticas o cardíacas.

          Vivimos rodeados de masas de gases y de un entorno al que modificamos y que nos modifica. En el aire atmosférico hay una serie de partículas llamadas iones: a los que tienen carga negativa se les atribuye un efecto protector y a los de carga positiva, agresor. Estas partículas viajan a la velocidad de la luz y preceden en horas o días la llegada de un cambio en el frente atmosférico acompañado de alteraciones súbitas en la temperatura (olas de frío o calor), la presión atmosférica (demasiado baja o alta), la humedad del aire, la presencia de determinados vientos.

          Esta modificación climática puede ser percibida por algunas personas a través de señales físicas y anímicas, ya que las variaciones bruscas del tiempo alteran su sistema nervioso y vascular. En consecuencia, cada vez que se altera alguna variable atmosférica, el cuerpo intenta compensarla y adaptarse. Tan importante es el impacto del clima en la salud, que el 80% de los eventos cardiovasculares se presentan cuando hay fuertes variaciones de la presión atmosférica. De hecho la mayoría de los infartos se producen más comúnmente al final del otoño, cuando la presión y la humedad son extremadamente bajas. Los fuertes dolores de cabeza también se disparan frente a los vientos secos que llenan el ambiente de electricidad, situación que también se asocia con el cansancio y una desconcentración superior a la habitual.

Fuente: revista "VIVIR MEJOR" del Doctor Alberto Cormillot*

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