Esta enfermedad canina
que afecta a los animales
como perros, zorros, lobos,
coyotes, de todos ellos, el
perro es el que más está cerca
de los seres humanos, pero
no es contagiosa para ellos...
A pesar de existir la vacuna contra el virus, la enfermedad sigue siendo muy común en muchas regiones del mundo, debido a la mala información de las personas de no vacunar a sus mascotas. Es una enfermedad de distribución mundial que afecta a animales de todas las edades, siendo particularmente vulnerables tempranamente y en la vejez, donde produce un cuadro que se conocía como encefalitis de los perros viejos.
Se transmite por el aire y mediante el contacto con fluidos corporales infectados, incluyendo comida y agua contaminada por el animal infectado. El periodo de incubación es de 14 a 18 días, aunque puede haber de 3 a 6 días tras la infección. Los síntomas son: fiebre, perdida de apetito, decaimiento general, perdida de peso y deshidratación, tos, descarga nasal, que varía de serosa a mucopurulenta y disnea.
En los ojos del animal, se le ven rojos, lagañas, conjutivitis, úlcera o queratitis seca. Vómitos, diarreas, erupciones en la piel del animal, y algunos problemas neurológicos como parálisis y movimientos involuntarios de un músculo o un grupo de músculos sobre todo de la cabeza. Los animales afectados de ser posible, deben ser puestos en cuarentena, aislados de otros animales, hasta que mejoren.
El virus se destruye en el entorno mediante la limpieza rutinaria con detergentes, desinfectantes o secado. Aunque no sobrevive en el ambiente más de unas pocas horas a temperatura media (20° - 25°C), sí puede hacerlo durante varias semanas a temperaturas ligeramente superiores a la de congelación. El mejor tratamiento lo dará su médico veterinario de confianza y vacunar a sus mascotas, es su responsabilidad, para el bien suyo y de sus mascotas.
Fuente: Wikipedia, Google*
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