satisfacción por los propios
actos o por la propia condición
o manera de ser...
Muchos son los que critican a las personas autocomplacientes interpretando que de ahí se deriva una actitud conformista, poco crítica y mediocre. Pero la autocomplacencia tiene más que ver con la aceptación que con el conformismo. Que la persona disfrute de su forma de ser y de actuar no tiene nada de incompatible con trabajar en las áreas de mejorar. De hecho el proceso de aceptación forma parte del camino hacia la felicidad.
Progresar está genial, pero para quien lo elija. Vivimos en una sociedad de constantes cambios. La tecnología nos obliga a estar al día, si se despista , se desfasa. Las personas felices lo son, no porque tengan más que los demás, sino porque su atención está puesta en lo importante y además se recrean en ello y se sienten orgullosos.
El que espera a ser feliz, cuando consiga el "premio" llámese perder peso, tener hijos, encontrar el amor de su vida, conseguir un buen trabajo, no disfruta el camino de saborear la dieta o conocer personas encantadoras o los propios estímulos motivadores que sí tiene ahora en el trabajo. La autocomplacencia puede ser positiva, cuando se acepta dejar de luchar y querer controlar aspectos del entorno, incluso el de uno mismo, que ahora en este momento, no se pueden cambiar.
Fuente: Patricia Ramirez/ psicóloga del deporte y conferenciante.//www.huffingtonpos.es
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