y la voz, no entienden de
estaciones.
No están asociadas, como la
gente suele pensar, únicamente
al invierno...
Los cambios de temperatura que experimentamos en verano asociados a los aires acondicionados, son un peligro para nuestras voces y hacen que aumenten los casos de disfonias (afectación de la voz) y afonias (pérdidas de la voz). La razón es que el aire frío que emiten reseca el cuello y la garganta. Los expertos aseguran que uno de los peores es el de los automóviles, por la sencilla razón de que se encuentra muy cerca de la persona y aconsejan que lo tengamos siempre por encima de 22°.
Pero los lugares de trabajo o el hogar donde muchos suelen ir a dormir sin desconectarlo por la noche. Este último ejemplo es especialmente dañino porque se reseca la laringe durante unas horas en las que no hemos hidratado la garganta ni una sola vez. Si el mal ya está hecho y se ha levantado por la mañana sin voz o se retira del trabajo con una disfonía o afonía inesperada, de nada servirá que se cubra con una bufanda o pañuelo. Una costumbre que por otro lado los médicos aconsejan que no se convierta en un hábito, pues acostumbrar a la garganta a estar protegida o cubierta la boca, porque el día que no lo haga, las consecuencias serán peores.
ANTE LA MENOR DUDA ACUDA A SU MÉDICO DE CONFIANZA***
Fuente: www.abc.es
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