sábado, 29 de diciembre de 2012

" LO ATAMOS CON ALAMBRE"

Expresión popular que resume
la inclinación argentina a
improvisar soluciones, a veces...
muy ingeniosas, pero siempre expuestas
a la endeblez de lo efímero...

                                                                     

          Frases de sentido idéntico o muy similar abundan en nuestra charla: " pegado con saliva", " prendido con alfileres", " mirame y no me toques". Todo parece destinado, como la letra del tango, a ser  " flor de un día", o cuando mucho, " mariposa de un solo verano". Un sociólogo renombrado - Ezequiel Martínez Estrada - atribuyó esta tendencia a la idea de nuestros bisabuelos inmigrantes a venir al país a hacerse la América y volverse a su patria natal sin modificar ni arreglar nada más que lo indispensable.
          Más fe demuestran los muchos que sostienen que esa privilegiada habilidad para " atar con alambre" es muestra de nuestro ingenio para salir del paso, de la capacidad de hacer mucho con muy poco y a muy poco costo. Durante las investigaciones que le valieron el Premio Nobel, César Milstein, que innovó en un  aspecto fundamental de la genética, evitó hacer construir un costoso aparato adaptando para esa operación una vieja máquina de coser. Casi, casi, atada con un piolín, como también suele decirse.
          ¿ Qué ocurre cuando se trata de planificar, proyectar, proveer soluciones de largo alcance? No es raro que la voz del pueblo resuma aquello con que no atinan los sabios. 
" ...si viene el fin del mundo/
en un segundo, por la explosión./
No te preocupes nena/
Que aún nos queda una salvación/
Lo atamo' con alambre/
con un poquito de cinta scotch.../ (Ignacio Copani)


                                                              
Fuente: Héctor Zimmerman/Juego de Palabras/ Revista Nueva.
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