viernes, 27 de julio de 2018

HABLEMOS DE..." EL MIEDO A ENFERMAR, QUE PUEDE ENFERMAR"

El miedo a enfermar no es exclusivo
de los que llamamos hipocondríacos.
¿Quién no teme perder la salud,
contagiarse de algún virus o ser
víctima de algún extraño mal?....



                                       Resultado de imagen para imagenes de miedo a enfermar                                               

          Mucho más ahora, cuando diariamente sabemos de nuevas enfermedades o de personas que conocemos, desarrollan cáncer, problemas de tiroides y una larga lista de enfermedades. Hasta ahí todo muy bien: el miedo a la enfermedad es normal y de hecho, es un mecanismo de protección que impide que nos expongamos de forma temeraria a situaciones o elementos que pueden afectarnos de manera muy negativa. El problema viene cuando ese miedo es totalmente infundado, o se mantiene de manera constante sin una razón de peso para ello.
          También hay personas que no tienen un constante miedo a enfermar, pero que cuando enferman piensan que ocurrirá lo peor. Frente a un dolor de cabeza fuerte, asumen que hay muchas probabilidades de que sea un derrame cerebral o un tumor. Así su diagnóstico más probable siempre se desliza hacia el peor de los posibles. Sin embargo un hipocondríaco permanece  atento a todas las señales de su cuerpo y siempre las interpreta como manifestaciones de alguna patología.
          Además, esta vigilancia permanente de las fluctuaciones en las señales corporales, se retroalimenta de manera muy fácil, ya que sobre todo a medida que cumplimos años, es fácil que todos los días alguna parte de nuestro cuerpo emita alguna señal confusa. Las personas con hipocondría tienen una dosis alta, y frecuente de angustia en sus vidas. También es habitual que carguen con una enorme carencia de afecto. Por eso, sin que sean conscientes de ello, desplazan esa angustia y ese sufrimiento hacia una obsesión: enfermar. Estas personas no aceptan que en realidad es un padecimiento emocional, lo que los lleva a asumir una actitud obsesiva frente a la enfermedad física. 
          LO GRAVE: es que esa ansiedad elevada sí puede conducir a múltiples malestares físicos que van desde dolores de cabeza hasta problemas con la presión arterial o males mucho peores.
          " El que no hace más que preocuparse de sí mismo, llega a enfermar y hace que los otros enfermen" (autor anónimo).



Fuente: lamenteesmaravillosa.com
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