Son árboles de hoja caduca de
la familia de las salicáceas.
Alcanzan alturas elevadas y se
caracterizan por poseer flores
en amentos colgantes...
Se desarrollan a finales de invierno o principios de primavera sobre largos pedúnculos que suelen doblarse hacia abajo. Es muy característico de ellos la presencia de las flores antes que las hojas. Al llegar el otoño, muchos de ellos destacan por sus hojas que se vuelven de color amarillo o dorado antes de caer al suelo. Sus frutos tienen la forma de cápsula cubierta de una borra blanquecina que al caer sobre el suelo, cubre la superficie de una capa parecida al algodón.
Son árboles bastantes cultivados por su madera que es ligera, fibrosa, de poca resistencia y poca durabilidad. Se utiliza fundamentalmente para elaborar pasta de papel, cerillas y cajas de embalaje. Por su rápido crecimiento se consideran como el género de árboles más adecuado para producir biocombustibles. Son muy utilizados en avenidas, plazas, parques o jardines amplios, para proporcionar sombra en verano. Igualmente se plantan al lado de caminos o fincas como pantallas o cortavientos. A la hora de plantarlos hay que tener en cuenta, que sus raíces son grandes y tienen la suficiente fuerza de levantar el terreno o las veredas. Necesitan sol abundante y un suelo húmedo, rico y profundo, con un buen drenaje, y no viven más de 60 años en promedio.
Fuente: www.botanical-online.com
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