viernes, 26 de octubre de 2012

UN EDIFICIO RUIDOSO


Después de pasar la noche en vela,
porque sus vecinos del piso de arriba
o los de abajo, estuvieron de fiesta o
el ladrido del perrito de su vecina anciana,
usted se pregunta qué recursos tiene frente
a las situaciones molestas...

                                                                                                       

          Si el ruido que perturba continuada y repetidamente el silencio normal del edificio, lo ocasiona una máquina, se puede en primer lugar, pedir al administrador del consorcio que ordene el cese inmediato de la misma al propietario o morador de la unidad de donde provenga la molestia.
          Si a pesar de ello la conducta molesta continúa, existe la posibilidad de iniciar acciones judiciales que, eventualmente, lograrán detener las pertubaciones. 
          Podemos encontrarnos con consorcios en lo que las fiestas son perturbaciones habituales de la tranquilidad. En estos casos, lo más aconsejable es plantear el problema en asamblea y elaborar un reglamento interno que establezca los días y horarios en que pueden tener lugar las reuniones sociales.
           Se debe tener en cuenta que el límite que se impone a los ruidos y molestias en un edificio en el que convive mucha gente es el que dictan la normal tolerancia y el sentido común. Más allá de eso, existe también el derecho de vivir en paz en su propia casa.
Fuente: Dr. Horacio Mosquera
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