miércoles, 12 de agosto de 2020

EL ARTE DE ESCRIBIR "POEMAS"

 


                                          Los 10 pueblos más bonitos de Austria                                               


                                                ACHILL  KILLEEN...


Temprano en la mañana.

Las casitas de vacaciones

del otro lado de la bahía están cansadas

de remar toda la noche a través de las olas

y dejan sus remos de lado.

Lejos entre dos rocas el sol abre

una puerta azul y hace pasar lentamente

a un barco pesquero y su tripulación

al resplandeciente ascenso del día.

Una mariposa monarca me conduce

donde el oleaje se desenreda

sobre la arena toda.

Es el retazo del mapa perdido

de la isla que el viento transporta de aquí para allá

con alas marrones

y delicados contornos negros.

De pie en un campo por encima del mar

esparcidos pedazos

de cuarzo blanco

cada uno marcando la tumba de un niño.

Las piedras son lámparas brillantes

tomadas de la tierra puestas

sobre un altar improvisado:

los antiguos dioses descendieron

desde las montañas

para velar el campo en piedad y silencio.

Los niños se deslizaron fuera del alcance

dentro de la tierra tan rápido que 

sus nombres no fueron escritos sobre piedra.

Pero los jóvenes padres arrodillados

en la ladera los tenían en el corazón,

dolor se llamaban, pérdida y angustia.

Durante todo el día, un viento suave rastrilla el pasto

y las nubes apresuran su carga

de pájaros hacia el Este.

Durante todo el día mis pies van

de aquí para allá, durante todo el día mi corazón

desea quedarse quieto.


                                                Galway - Wikipedia, la enciclopedia libre                                      


Poema: Achill  Killeen

Autora: Eva Bourke

Fuente: poetassigloveintiuno.blogspot.com

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