martes, 18 de febrero de 2020

HABLEMOS DE..."EL PRECIO DE LA FAMA, PUEDE AFECTAR LA SALUD"

Años y años de intentar convercerse
de que controlar un mundo vertiginoso,
sin darse cuenta que las adicciones son
una ruleta rusa donde es muy difícil
salir airoso.
Todo un esfuerzo constante de mostrar
una imagen de triunfadora, glamour y
éxito, mientras la realidad llamaba a
su puerta en forma de sufrimiento,
decepciones y alteraciones mentales....


                                                 Resultado de imagen para personas con fama                                                         

          La propia estructura de Disney así lo potenciaba, mostrando jóvenes en una fiesta permanente donde los referentes familiares eran casi inexistentes. Hizo de la negación y de la ocultación una forma de vida, en la que priman más seguir exprimiendo los resultados económicos que la propia persona.
          La imagen artística acabó por destruir a la persona que luchaba por lograr encajar. Episodios maníacos, depresión, trastorno bipolar y bulimia eran algunas de las enfermedades que se intentaban ocultar tras una sonrisa y una campaña de mareting.
          Casos muy llamativos como el de Amy Winehouse que falleció a los 28 años y recién alcanzaba la cima; Demi Lovato, actualmente lleva seís meses sin depender de las drogas y vuelve a cantar; Whitney Houston cuya causa de su fallecimiento fue la drogadicción; Michael Jackson, Elvis Presley y muchos más, nos ponen ante una lista interminable de personas que conocieron la maldición de una "Fama" mal asimilada.
          Un estudio realizado por los investigadores C. R. Epstein y R. J. Epstein, profesores de la facultad de medicina de la Universidad de Queensland, afirmaron en el New York Time, que El precio de la fama es una llama que se extingue rápido, por lo que pone ante nosotros unas conclusiones abrumadoras.
          La vejez se muestra como la causa de muerte mayoritaria en funcionarios, profesionales liberales, académicos, profesores y médicos, mientras que resulta minoritaria en cantantes, actores, actrices y profesionales creativos. El segundo grupo, vinculado a la fama, presentaba una mayor relación con las denominadas "drogas recreativas" como el alcohol, la cafeína, el tabaco y otras sustancias más peligrosas, que se consumen por "curiosidad", por "diversión" o "para imitar a otros que las consumen". La historia tenebrosa de la fama se empeña en demostrar que algunos de quienes lo saborean no logran asimilar su trascendencia y acaban siendo devorados por sus propias sombras.



Fuente: psicologiaymente.com
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