Por razones desconocidas, el hongo
Malassezia, habitual habitante de
la cabeza humana que se alimenta
de los grasos segregados por los
folículos pilosos del cabello, crece
a veces fuera de control, irritando
la piel y acelerando la renovación
celular...
De tal manera, una cantidad de células muertas se desprenden y tienden a formar pequeños grupos de escamas, dando origen a la aparición de la molesta caspa, que también puede producirse por la añadidura de otros factores como el estrés, la excesiva sudoración, una dieta demasiada ácida, un desequilibrio hormonal o la utilización de determinados champús o tinturas para el cabello.
Sin embargo, existen lociones que al cabo de siete días pueden combatir la caspa, especialmente aquellas elaboradas en base a ingredientes naturales, porque las que contienen zinc, sulfuro o selenio si bien pueden resultar eficaces para eliminar el hongo, muchas veces agreden la piel produciendo un efecto rebote que termina haciendo reaparecer la caspa.
Para que los hongos no se reproduzcan nuevamente con el transcurso del tiempo, no sólo debe protegerse el cabello de esos productos agresivos, sino también utilizar agua tibia para el lavado y fría para el enjuague, porque así se reactiva la circulación sanguínea y se fortalece la piel del cuero cabelludo.
Para evitar que el hongo reaparezca y encuentre condiciones propicias para crecer es conveniente cepillar el cabello en forma regular y reducir al máximo el uso de productos fijadores que no sean de base suave, teniendo en cuenta que dañarán el cuero cabelludo si el lavado de la cabeza no se hace de un modo correcto. finalmente, se recomienda observar una dieta equilibrada que incluya pocos alimentos ácidos y muchos ricos en vitaminas y proteínas.
Fuente: Revista Familia Cooperativa, de Cooperativa Obrera Limitada.
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